Lo peor para ti en Praga lo serán los trams (trenes ligeros) y los autobuses. Ten en mente que deberás de cederles el paso siempre. Sé consciente de que los trams estarán a tu izquierda y por lo general son difíciles de verse. El buscar lugar para aparcar y manejar por el centro de la ciudad requerirá de mucha paciencia, y deberás de estar preparado para enfrentar frecuentes congestionamientos de tráfico, similares a los de otras ciudades del mundo. Existen gran cantidad de calles de un solo sentido y de vueltas prohibidas. La disposición de calles y el tráfico que se tiene en Praga no es de lo más adecuado, y claramente requiere de muchas mejorías. Los conductores en Praga también son bastante agresivos y no están dispuestos a ceder el paso a menos de que se vean forzados a hacerlo. Todos los conductores parecen estar apresurados, y dispuestos a abrir sus ventanillas para gritarte si vas demasiado despacio o si cometiste algún error. A veces, por lo general en los cruces de calles por la noche, se tienen los semáforos encendiendo de manera intermitente en luz naranja. Esto significa que nadie tiene el derecho de paso y el tráfico debe ser regulado por los mismos conductores. Se exige que todos los vehículos circulen con las luces encendidas.